STEEL PANTHER: ALL YOU CAN EAT

Kobalt Music

8/10

A veces me encuentro en una tesitura terriblemente complicada cuando me enfrento a una crítica de estas características, y es que cuando a una le pueden los valores y el amor propio, cuesta mucho abstraerse de aquello en lo que cree para mirar más allá y poder ser un poco más flexible. Pero una vez más, hago de tripas corazón y me dispongo con mi mejor intención a empaparme de tan irreverente contenido.

Tercer larga duración de los estrambóticos angelinos, a los que se les da mejor que a nadie mofarse de una escena cuanto menos pintoresca desde sus inicios, haciéndonos superar una primera impresión sustentada en lo dantesco para acercarnos más a la parodia y a ese divertimento que el cuarteto sabe recrear a la perfección. No me malinterpretéis, con esto no quiero decir que en esta escena todo sean pantomimas y burdos excesos, pero sí que quizás es necesario hacer una buena introspección y con ella ser conscientes de que todo es conveniente en su justa medida. En fin, entregarse de vez en cuando al hedonismo, nos libera de muchas ataduras inservibles que lo único que hacen es petrificar nuestras voluntades bajo el yugo de la cotidianeidad.

Y sin filosofar mucho más, me adentro en este trabajo sencillo pero afable a partes iguales, que saltaba a la luz con un videoclip presentación cuanto menos polémico. “Party Like Tomorrow is the End of the World” se adivina coqueta y apetecible, de esos temas que le apetece a uno escuchar para desestresar, muy típica del mejor fin de fiesta de la ya tan manida película adolescente norteamericana. Abría “Pussywhipped”, quizás la más heavy del plástico para saltar desde el single mencionado hasta “Gloryhole”, más festiva, antojándose casi teatral, como un vodevil. “Bukakke Tears” pone el tinte dramático-satírico, mientras que “Gangbang at the Old Folks Home” y “Ten Strikes You’re Out” retoman esa energía impávida tan característica de la banda. Retroceden de nuevo con “The Burden of Being Wonderful”, otra vez en esa clave de parodia tan típica del cuarteto. “Fucking My Heart in the Ass” y “B.V.S.” continuaban esa interminable fiesta, mientras que “You’re Beautiful When You Don’t Talk” clama una vez más a ese incisivo sarcasmo. Cierran “If I Was the King” y “She’s on the Rag”, afanadas en contagiarnos como siempre con sus melodías y estribillos pegadizos.

¿Qué puedo decir? Que más allá de la seriedad de mis convicciones, estos cuatro sinvergüenzas son ocurrentes y jocosos hasta la extenuación. No os los perdáis.

Diva Satánica

Entrevista con la banda y crónica de su concierto abriendo para Scorpions en la próxima edición de la revista.

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